22 unidades disponibles
No se pudo cargar la disponibilidad de retiro
Es frustrante estar bajo la autoridad imperfecta. Y, a veces, es más que frustrante. Sufrimos cuando la autoridad de alguien es injusta, caprichosa o simplemente equivocada.
Pero, ¿puede cualquier de esas cosas librarnos de culpa? ¿Tenemos que escuchar solamente a aquellos con quienes estamos de acuerdo?
Robert Smith explica cómo Dios nos llama a someternos a la autoridad —aun a la autoridad imperfecta— y que, al hacerlo, estamos siguiendo las pisadas de Jesús. Cuando dejamos de confiar en un imperfecto personaje de autoridad y empezamos a poner nuestra confianza en el Dios misericordioso y amoroso quien en última instancia está en control de nuestra vida, podemos evitar las trampas de rencor y expectativas y llegar a ser más como Cristo.
